El
trabajo es una de las causas más frecuentes de estrés en las
sociedades occidentales, hasta tal punto que muchas personas piensan
que para eliminar de raíz sus tensiones y comenzar a disfrutar de la
vida lo único que necesitarían sería dejar de trabajar. Pero eso
no es del todo cierto ya que el trabajo solamente resulta nocivo
cuando no se participa en él con interés o cuando no se sabe lo que
se está haciendo (excluyendo los temas de acoso laboral). Lo que sí
es necesario es afrontar de forma adecuada el problema, buscar cuáles
son las verdaderas causas del malestar que provoca el trabajo y
encontrar las posibles soluciones, en vez de limitarnos solamente a
quejarnos o a compadecernos de nosotros mismo, que es lo que suele
ocurrir con más frecuencia.
Por
todo ello, a continuación os dejamos unas cuantas recomendaciones
para evitar que el trabajo altere nuestro estado psicológico.
Esperamos
que os sirva.
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