Se
trata
de
un
síndrome
que
experimenta
mucha
gente
al
finalizar
sus
vacaciones
y
tener
que
reincorporarse
a
su
puesto
de
trabajo.
Algunos
síntomas
son:
sensación
de
apatía,
desánimo,
irritabilidad,
dificultad
para
relacionarse
con
los
demás,
insomnio,
ansiedad
y
problemas
digestivos
entre
otros.
La
principal
causa
es
la
vuelta
al
trabajo
después
de
un
prolongado
periodo
de
vacaciones,
aunque
factores
como
el
cambio
de
horario
y
la
modificación
de
las
horas
de
sueño
también
afectan.
Los
días
de
ocio
y
disfrute
dan
paso
a
las
largas
jornadas
laborales,
a
las
rutinas,
a
las
responsabilidades
y
a
los
horarios,
por
lo
que
es
lógico
y
normal
que
una
persona
se
sienta
desanimada.
A
continuación
os
dejamos
unos
consejos:
PSICÓLOGA
VIRGINIA
S.M.
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