BRUXISMO
es
el término con el que se conoce el rechinar de
dientes,
ya sea durante el día o mientras se duerme. Se produce cuando se
aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y
además se mueven de atrás a adelante y viceversa, generalmente de
forma inconsciente.
Cada
día nos encontramos con más personas que lo sufren, debido al
estrés y la ansiedad. Normalmente se nos detecta al acudir al
dentista, el cual nos recomienda el uso de férulas de descarga o
protectores dentales. Sin embargo, el uso de estos protectores no
termina de resolver el problema.
Acudir
al fisioterapeuta y al psicólogo también es muy importante, ya que
el tratamiento con estos especialistas pueden ayudarnos.
Hay
algunas personas no presentan síntomas, pero el bruxismo puede
llegar a causar:
- Dolor de cabeza, mandibular y de oído.
- Problemas en la articulación temporomandibular.
- Tensión, contracturas.
- Sensibilidad dental al frío, al calor y a los alimentos dulces.
- Ansiedad.
- Perturbación del sueño.
Los
adultos no somos los únicos que rechinamos los dientes. Cada vez es
más frecuente que los niños lo hagan, sobre todo durante la noche,
pero en principio no debemos preocuparnos. El “BRUXISMO INFANTIL”
no es considerada una patología, en realidad es una forma natural
de desarrollar la dentición y estimular la formación muscular y
ósea de los huesos de la cara. Algo que va disminuyendo
progresivamente con la salida definitiva de muelas y dientes. No
obstante, hay que estar atentos, porque si se mantiene en el tiempo
puede provocar los mismos problemas descritos anteriormente en los
adultos.
Pero
además de todo esto, existen algunas formas de evitar que aprietes
tus dientes y les causes daños a largo plazo. Estos consejos te
pueden ayudar:
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