calidad del sueño, como pueden ser el ambiente, el ejercicio físico, la dieta o el uso de sustancias:
- Uso de sustancias: De todos es sabido que la cafeína afecta al sueño, ya que es un estimulante. De hecho todos tenemos asociado el café con el “despertarse”, no con el “dormirse”. La nicotina tiene un efecto similar de estimulación. Por otra parte el alcohol produce un efecto que puede pasar desapercibido a la mayoría. Aunque puede facilitar en un momento el quedarse dormido, la calidad del sueño es peor, por lo que son frecuentes los despertares continuos.
- Ambiente: Nuestro cuerpo necesita unas determinadas ambientales de ruido, luz, temperatura y humedad adecuadas para el sueño. La temperatura debe oscilar entre lo 18 y 22 ºC y la humedad entre el 40 y 70%. Por supuesto la luz debe ser tenue y debemos evitar el excesivo ruido.
- Ejercicio: Aunque esto depende de la intensidad de la actividad que se realiza, se reconoce que el ejercicio físico favorece el sueño cuando se realiza por la mañana o a media tarde, mientras que puede ser negativo si lo hacemos pocas horas antes de acostarnos.
- Dieta: Una dieta rica en carbohidratos, vitaminas y minerales aumenta la calidad del sueño, mientras que las proteínas favorecen la vigilia. Las comidas fuertes antes del sueño disminuyen su calidad.
Partiendo de esto, podemos tener una
serie de pautas que faciliten el sueño:
NOTA: Estas pautas están dirigidas y diseñadas
para corregir problemas de sueño.
(Psicóloga: Elena D.C)